lunes, 27 de noviembre de 2017

NUESTRA ORILLA SALVAJE de ROSARIO TRONCOSO

Tres años después de Transparente, Rosario Troncoso y La isla de Siltolá vuelven a encontrarse en Nuestra orilla salvaje, un poemario en el que la poeta gaditana reflexiona sobre el paso del tiempo, inexorable ahora que “apenas conservamos los últimos fragmentos de la infancia”, ahora que queda “la juventud bien lejos”. La orilla salvaje se ve engullida por “ese río oscuro” y “…los nombres se hacen de arena/ y las palabras humo”. “No hay eternidades”. “Hemos dejado de ser niños/ se impone la verdad como un cuchillo”. Y aunque la poeta a veces busca “…puertas secreteas/ que se abren al pasado”, “Con la edad es más grave/ el exceso de invierno”. “Todo sigue su curso”. Caen los cumpleaños, “cicatrices adrede”. “La anestesia es el muñón”. Es el “Olvido selectivo”. No sólo nosotros acusamos la desmemoria. “Las esquinas ya no nos recuerdan”. Tal vez porque “En la acera ya no quedan abrazos”. Pero no importa porque “tampoco en ese abrazo/se logra nada contra el tiempo”.

La vida nos cambia. “Después del sueño lento de la crisálida… “Se desprenden los puntos de sutura”. Los cambios pueden alejarnos de lo que quisimos, de lo que fue importante: “Ya no te entiendo. / Has cambiado de idioma/ o de perfume”. “El dolor ya no desaparece”. Aunque poco importa si “El futuro está sembrado en asfalto”. Siempre es “Mucho mejor morir/ en el turno siguiente”.