jueves, 23 de junio de 2016

EL VOTO ES SUEÑO


¡Ay mísero de mí, y ay
infelice!

El cielo estoy asaltando
sin ganas ni frenesí.
Qué delito cometí
contra mí mismo votando.
Aunque si voté dudando,
entiendo que he perpetrado
delito de haber faltado
en el votar al rigor,
pues es delito mayor
el no querer lo votado.
Tan sólo por desterrar,
para apurar mis desvelos,
a los que tienen los cielos
si me da por no votar.
En qué más podré yo errar
para castigarme más.
¿No votarán los demás?
Pues si los demás votaron,
¿que ilusión atesoraron
que no tuve yo jamás?

No hay comentarios:

Publicar un comentario