miércoles, 10 de octubre de 2012

LOCURA ¿DE AMOR? un microrrelato de MANUEL VALDERRAMA DONAIRE



En la pequeña localidad de San Justiniano de Yuso, es extraño, por no decir imposible, que a alguno de sus doscientos cincuenta y tres habitantes no le una algún lazo familiar, por pequeño que este sea, con el resto de sus vecinos. Y como es poco frecuente que reciban visitas de forasteros, especialmente en invierno, cuando la nieve inhabilita la pequeña carretera que les une, como un defectuoso cordón umbilical, al resto del mundo, muchas de sus conversaciones giran en torno a Enriqueta, la Loca. Unos argumentan que perdió la razón el día que su novio de toda la vida, Damián, la abandonó y marchó en busca de fortuna a la capital. Otros sostienen que fue precisamente su falta de cordura  la que motivó la huida del muchacho, temeroso de quedar atrapado en aquel pueblo junto a una esposa demente.
En medio de estos debates filosóficos entre la causalidad y sus consecuencias, transcurren los cortos días invernales, mientras la ya casi anciana Enriqueta, ajena a los dimes y diretes, aguarda paciente sentada en el pequeño puente que marca la frontera de San Justiniano de Yuso con el mundo, quién sabe si en espera del improbable regreso del ausente, o acaso rememorando su noviazgo infantil. En especial, el día de su primera comunión, que celebró con otros tres niños del pueblo, entre los que se encontraba Damián. Día de primavera, que la niña Enriqueta vivió como si el sacramento que recibía fuera el de boda, ante las miradas admirativas de sus familiares y vecinos.
Días felices, en definitiva, en los que los delirios de fantasía pasaban por juegos infantiles en los que nadie veía locura, aunque pasara las mañanas regando las flores invisibles que brotaban en las llagas de las baldosas y las noches arrancando estrellas del cielo nocturno para hacerse con ellas una corona de diamantes.

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